Quién es una hija prodiga?

Quien es una hija prodiga?

Aquella mujer que ha preferido hacer su propia agenda mientras se resiste a reconocer que Dios tiene un propósito más alto para su vida. Cuando todos sus planes autosuficientes e independientes han fallado, ha tenido que reconocer que sólo hay un camino para llegar a la meta anhelada.

Para una reflexión más completa puedes ver la primera entrada del mes de Junio, 2009. suhijaprodiga@gmail.com

lunes, 10 de agosto de 2009

Lucas 15:17 "Volviendo en sí, dijo...y yo aquí perezco de hambre

La pasada semana dejamos al hijo pródigo cuando "nadie le daba" e invitamos a reflexionar en el Salmo 107, en especial el final del versículo 12 donde nos dice con relación al pueblo de Israel que "no hubo quien los ayudara" e inmediatamente después, el versículo 13 señala que "luego de que clamaron al Señor en su angustia, los libró de sus aflicciones, los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones".
En similar condición encontramos hoy al hijo pródigo, pues, a raíz de que nadie le daba, nos dice el versículo de hoy que empezó a "volver en sí...", algo que no habíamos visto en nuestro personaje quien hasta este momento había actuado irreflexiva e impetuosamente, al verse completamente desamparado, comienza a crear conciencia de su situación, a meditar y a reflexionar; por fín, se detiene de su acelerada carrera cuya meta ha sido su propia satisfacción.
Esta reflexión lo hizo recordar los beneficios que había dejado atrás "en casa de mi padre", quizás por primera vez se daba cuenta que allá no quedaba nada que fuera suyo y que todo era de su padre; pero también, al observar su condición actual, recordó que aún aquellos que ni siquiera eran hijos de su padre pero que permanecían allí, gozaban de una mejor vida que la suya donde no conseguía ni míseras algarrobas.
Sin embargo, todavía se encontraba en el primer peldaño de la escalera que lo conduciría de vuelta a casa de su padre; y es por eso que observamos que esta reflexión y toma de conciencia inicial, no le ha provocado todavía un reconocimiento de su falta, sino que está centrado en sí mismo y en sus necesidades: "porqué quedarme aquí si en casa de mi padre puedo tener abundancia".
Este proceso que recién se había iniciado en la vida del hijo pródigo, es similar a muchas de nuestras vidas, en las cuales Dios dispone una serie de circunstancias donde "nadie nos da" para que empecemos nuestro camino a casa del Padre, pero en nuestra condición de simples mortales que procuran en todo su propio beneficio, el corazón egoísta nos engaña, creyendo que estamos buscando a Dios, cuando en realidad solamente nos interesa que nos bendiga, que quite nuestra hambre del momento, que sacie nuestra necesidad.
Y Dios permite que así iniciemos nuestro recorrido de toda una vida con El y en Su Misericordia, en Su Paciencia, hasta nos bendice, suple nuestras necesidades... pero en Su Santidad no nos deja allí sino que continuará "perfeccionando la obra que El inicio" según enseña Filipenses 1:6.
En Su Providencia, El ve el fin desde el principio; El conoce adonde nos está llevando para en Su Benignidad conducirnos a un verdadero arrepentimiento como aprenderemos la semana próxima si Dios lo permite.
Aplicación para mi vida
Si no eres cristiana o no estás segura de serlo, dirígete a la sección "Diferencia entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios".
Para meditar:
Jeremías 17:9: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; quién lo conocerá? Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón..."
1. Te has detenido a revisar las motivaciones de tu corazón al buscar a Dios? Si no lo has hecho y piensas que son las correctas, considera pedirle al Señor que "escudriñe tu mente y que pruebe tu corazón" que te dé la Gracia de "volver en tí" y reconocer si esas motivaciones son egoístas. La Biblia es la verdad y si nos alerta de los engaños del corazón, debemos tomarlo en serio.
2. Lee el Salmo 19:12: "Quien podrá discernir sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos"; ora para que Dios te libre de esos "puntos ciegos" que todos tenemos y que duele tanto reconocer, pero que al identificarlos en los demás nos molestan sobremanera pues es lo mismo que hay en nuestro corazón.
3. Es importante que pidamos a Dios que haga una obra en nuestro corazón a fin de que esta oración sea respondida porque el orgullo, la autojustificación y el no creer en el amor incondicional de Dios me impide reconocer mi pecaminosidad. Recuerda que El sabe todo lo que hay en lo más íntimo de tu corazón, y aún así te ama... pero quiere que tú también lo sepas, para que seas libre del poder del pecado en tu vida... y así guiarte por "el camino eterno".
4. Por último, seguirías en los caminos del Señor aunque no te conceda aquellas cosas que en tu propia opinión "tú necesitas"? Le das gracias aún por sus NO?; en la adversidad? o piensas que al venir a Cristo ocurrirá como en los cuentos de hadas "que vivieron felices para siempre"?
Recuerda que una y otra vez el salmista clamaba "Tú eres mi esperanza y mi porción en la tierra de los vivientes" Salmo 142:5; "Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa" Salmo 16:5 y Jesús nos dijo "Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas" es decir, que lo esencial es que nuestro corazón lo busque a El y no sus beneficios.

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