En esta ocasión ya encontramos al hijo haciendo honor al título que le otorga la parábola, pues, pródigo no tiene otro significado más que ser malgastador, derrochador, desperdiciador y esto es lo que nos muestra el versículo de hoy cuando nos indica que "TODO lo había malgastado".
En este pasaje no hay una evidencia clara respecto a que si había transcurrido poco o mucho tiempo antes de que el hijo cayera en esta condición; pero lo que sí expresa el texto es que al parecer no hubo NADA de sus posesiones a las que hubiera dado un buen uso, pues, específicamente nos dice que lo malgastó TODO.
Esta aparente omisión nos sugiere que el tiempo transcurrido entre la entrega de los bienes por el padre y el momento en que el hijo se había quedado sin nada, no resulta relevante para la enseñanza que Jesús quería dejar en su audiencia, sino que el enfoque pudiera estar en que bien sea en un breve período de tiempo o durante toda una larga existencia, cuando se pase revisión a mi vida se pueda concluir si fue MALGASTADA, DESPERDICIADA, DERROCHADA; cómo puedo pasar este balance a mi vida o a las vidas de los demás; pues, es en los labios de Jesús donde encontramos la respuesta cuando en Mateo 16:26 nos dice "de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?".
Como diría aquel personaje shakesperiano, Hamlet "he ahí la cuestión" o el archifamoso detective londinense Sherlock Holmes "elemental mi querido Watson".
Es sencillo, un alma que se pierde es una vida derrochada, malgastada, desperdiciada.
Y qué significa perder el alma? El evangelio de Juan capítulo 3 versículo 16 contiene una proclamación que nos ayuda con esta disyuntiva cuando enseña "De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquel que crea en El, no se PIERDA mas tenga vida eterna". En consecuencia, por deducción lógica si aquel que cree en el Unigénito Hijo de Dios, que es Jesús no se pierde; todo aquel que no cree en El, se pierde. Ya tenemos una primera conclusión sobre una vida desperdiciada, prodigada.
Aunque es cierto que haber creído en Cristo (para un mejor entendimiento de lo que significa creer en Cristo puedes dirigirte a la sección "Diferencia entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios") me garantiza la vida eterna, no menos cierto es que antes de disfrutarla en todo su esplendor, tengo que seguir viviendo en esta tierra.
Pudiera acontecer que aún siendo hija de Dios mis años sean desperdiciados? la respuesta es un rotundo SI!!! lamentablemente muchas hijas de Dios, por no decir la mayoría, desperdiciamos nuestras vidas sobre esta tierra.
En el contexto de la parábola, en principio ese TODO estaba relacionado con las posesiones materiales que el hijo había exigido a su padre que le entregara antes del tiempo reglamentario; pero podemos concluir que de manera implícita en ese TODO también estaban sus talentos, su tiempo, sus mejores años, sus fuerzas, su relación con su padre.
Cómo puede ocurrirle esto a los hijos de Dios? Demos un vistazo a Jeremías 2:11 "mi pueblo ha cambiado Su Gloria por lo que no aprovecha", donde observamos que es precisamente el pueblo de Dios, aquellos que son suyos, Sus elegidos, quienes han cambiado Su Gloria, o sea, dejaron de percibir la manifestación de la Presencia Divina para ir detrás de aquello que no sería de provecho.
Y tristemente así está el pueblo de Dios hoy: cambiando Su Gloria, es decir, no manteniendo una relación sana e íntima con Su Creador, con Su Padre para conocerle como El quiere ser conocido sino que estamos yendo detrás de lo que Dios, a través del profeta Jeremías, llama "cisternas rotas" en el versículo 13 de ese mismo capítulo.
Cómo puedo identificar si he dejado Su Gloria y ando detrás de lo que no me aprovecha? Piensa en que hoy te quiten TODO aquello en lo que encuentras satisfacción? llámense hijos, esposo, trabajo, ministerio, relaciones, dinero, posesiones, posiciones, talentos, reconocimientos, salud, haz tu lista; sé que te parecerá radical lo siguiente: pero si solamente encuentras tu satisfacción en tener ciertas cosas, reconocimientos, apoyo de ciertas personas, si eso es lo que te da seguridad, si tu estado de ánimo, tu fe, tu confianza, tus emociones dependen de cualquiera de las cosas que incluiste en la lista; el diagnóstico es que has "cambiado la Gloria de Dios por lo que no aprovecha".
Por eso tantas veces Dios empieza a mover muchas de estas piezas para crearnos una "gran hambre" y "pasar necesidad" con el propósito de que dejemos lo que no aprovecha y nos volvamos a buscar Su Gloria, es decir, que ante nuestra sed, hambre o necesidad, podamos decir como el salmista "a quién tengo en los cielos sino a Tí, y fuera de Tí, nada deseo en la tierra".
Aplicación para mi vida:
Si no eres cristiana o no estás segura de serlo ve a la sección "Diferencias entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios".
En este pasaje no hay una evidencia clara respecto a que si había transcurrido poco o mucho tiempo antes de que el hijo cayera en esta condición; pero lo que sí expresa el texto es que al parecer no hubo NADA de sus posesiones a las que hubiera dado un buen uso, pues, específicamente nos dice que lo malgastó TODO.
Esta aparente omisión nos sugiere que el tiempo transcurrido entre la entrega de los bienes por el padre y el momento en que el hijo se había quedado sin nada, no resulta relevante para la enseñanza que Jesús quería dejar en su audiencia, sino que el enfoque pudiera estar en que bien sea en un breve período de tiempo o durante toda una larga existencia, cuando se pase revisión a mi vida se pueda concluir si fue MALGASTADA, DESPERDICIADA, DERROCHADA; cómo puedo pasar este balance a mi vida o a las vidas de los demás; pues, es en los labios de Jesús donde encontramos la respuesta cuando en Mateo 16:26 nos dice "de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?".
Como diría aquel personaje shakesperiano, Hamlet "he ahí la cuestión" o el archifamoso detective londinense Sherlock Holmes "elemental mi querido Watson".
Es sencillo, un alma que se pierde es una vida derrochada, malgastada, desperdiciada.
Y qué significa perder el alma? El evangelio de Juan capítulo 3 versículo 16 contiene una proclamación que nos ayuda con esta disyuntiva cuando enseña "De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquel que crea en El, no se PIERDA mas tenga vida eterna". En consecuencia, por deducción lógica si aquel que cree en el Unigénito Hijo de Dios, que es Jesús no se pierde; todo aquel que no cree en El, se pierde. Ya tenemos una primera conclusión sobre una vida desperdiciada, prodigada.
Aunque es cierto que haber creído en Cristo (para un mejor entendimiento de lo que significa creer en Cristo puedes dirigirte a la sección "Diferencia entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios") me garantiza la vida eterna, no menos cierto es que antes de disfrutarla en todo su esplendor, tengo que seguir viviendo en esta tierra.
Pudiera acontecer que aún siendo hija de Dios mis años sean desperdiciados? la respuesta es un rotundo SI!!! lamentablemente muchas hijas de Dios, por no decir la mayoría, desperdiciamos nuestras vidas sobre esta tierra.
En el contexto de la parábola, en principio ese TODO estaba relacionado con las posesiones materiales que el hijo había exigido a su padre que le entregara antes del tiempo reglamentario; pero podemos concluir que de manera implícita en ese TODO también estaban sus talentos, su tiempo, sus mejores años, sus fuerzas, su relación con su padre.
Cómo puede ocurrirle esto a los hijos de Dios? Demos un vistazo a Jeremías 2:11 "mi pueblo ha cambiado Su Gloria por lo que no aprovecha", donde observamos que es precisamente el pueblo de Dios, aquellos que son suyos, Sus elegidos, quienes han cambiado Su Gloria, o sea, dejaron de percibir la manifestación de la Presencia Divina para ir detrás de aquello que no sería de provecho.
Y tristemente así está el pueblo de Dios hoy: cambiando Su Gloria, es decir, no manteniendo una relación sana e íntima con Su Creador, con Su Padre para conocerle como El quiere ser conocido sino que estamos yendo detrás de lo que Dios, a través del profeta Jeremías, llama "cisternas rotas" en el versículo 13 de ese mismo capítulo.
Cómo puedo identificar si he dejado Su Gloria y ando detrás de lo que no me aprovecha? Piensa en que hoy te quiten TODO aquello en lo que encuentras satisfacción? llámense hijos, esposo, trabajo, ministerio, relaciones, dinero, posesiones, posiciones, talentos, reconocimientos, salud, haz tu lista; sé que te parecerá radical lo siguiente: pero si solamente encuentras tu satisfacción en tener ciertas cosas, reconocimientos, apoyo de ciertas personas, si eso es lo que te da seguridad, si tu estado de ánimo, tu fe, tu confianza, tus emociones dependen de cualquiera de las cosas que incluiste en la lista; el diagnóstico es que has "cambiado la Gloria de Dios por lo que no aprovecha".
Por eso tantas veces Dios empieza a mover muchas de estas piezas para crearnos una "gran hambre" y "pasar necesidad" con el propósito de que dejemos lo que no aprovecha y nos volvamos a buscar Su Gloria, es decir, que ante nuestra sed, hambre o necesidad, podamos decir como el salmista "a quién tengo en los cielos sino a Tí, y fuera de Tí, nada deseo en la tierra".
Aplicación para mi vida:
Si no eres cristiana o no estás segura de serlo ve a la sección "Diferencias entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios".
Para meditar:
Jeremias 2:13: "Porque dos males ha hecho mi pueblo me dejaron a mí, fuente de agua viva y cavaron para sí, cisternas, cisternas rotas que no retienen agua"
1. Pídele a Dios con corazón sincero que te muestre de qué o quién depende tu satisfacción? dónde buscas tu identidad, el sentido y propósito de tu vida? qué te llena?
2. Si Dios te ha mostrado que hay "cisternas rotas" en tu vida, confiesa tu pecado de idolatría (colocar cualquier persona o cosa en el lugar que sólo le corresponde a Dios) pídele que te dé un verdadero arrepentimiento y que te ayude a reconocer cuando estés volviendo a depender de ellas. Cuando dependes de alguien para que te dé su aprobación o reconocimiento, en realidad no lo amas, lo estás utilizando con propósitos egoístas -satisfacción propia-.
3. Lee el Salmo 63, medita en cada uno de los versículos del mismo; escríbelos, adáptalos a tu situación particular, pidiéndole a Dios que se hagan una realidad en tu vida.
2. Si Dios te ha mostrado que hay "cisternas rotas" en tu vida, confiesa tu pecado de idolatría (colocar cualquier persona o cosa en el lugar que sólo le corresponde a Dios) pídele que te dé un verdadero arrepentimiento y que te ayude a reconocer cuando estés volviendo a depender de ellas. Cuando dependes de alguien para que te dé su aprobación o reconocimiento, en realidad no lo amas, lo estás utilizando con propósitos egoístas -satisfacción propia-.
3. Lee el Salmo 63, medita en cada uno de los versículos del mismo; escríbelos, adáptalos a tu situación particular, pidiéndole a Dios que se hagan una realidad en tu vida.
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