... Cuando entrevistamos a La Hija Pródiga, ésta quiso compartir con nosotras su oración para principios de año, la cual copiamos a continuación:
"Amado Padre, gracias por este nuevo año. Aquí sentada a Tus Pies necesito escuchar Tu Corazón, porque no quiero volver a desperdiciar mis días haciendo lo que entiendo más conveniente para mis propósitos.
Sé que antes que cualquier otro propósito que tengas para este año, quieres que me parezca más a Tí; aún más, ningún acontecimiento vendrá a mi vida, que no persiga ese propósito. Por lo tanto, necesito no negociar con mi tiempo contigo, para conocerte más y así entender cuál de los aspectos de Tu Persona estarás moldeando en mi vida.
Por eso te pido que me ayudes cada día a "elegir la mejor parte, la cual no me será quitada".
Es en nuestros tiempos a solas, donde aprendo a amarte; y mientras más amo más estaré dispuesta a ir donde Tú quieras que yo vaya; y a hacer solamente aquello que Tú quieres que yo haga.
Desde aquel precioso lugar podré discernir Tu Voz, entender Tus Instrucciones al escucharte enviándome a hacer "las obras que Tú preparaste de antemano para que yo anduviera en ellas".
Es allí donde conoceré más Tu Corazón y los propósitos que tienes para mí. Si me alejo de Tu Presencia no tendré plenitud de gozo, no disfrutaré las Delicias a Tu Diestra; recuérdame siempre que es sentada a Tus Pies donde puedo "estar quieta y conocer que Tú eres Dios", es el lugar donde me alimentas de pastos verdes con los que podré fortalecerme para llevar a cabo Tu Obra.
De hecho, fue el ejemplo que me diste cuando primero "llamaste a Ti" a aquellos que ibas a enviar y luego de darles Tus Instrucciones, ellos hicieron la obra que Tú tenías determinado para cada uno de ellos (Mateo 10:1-4; Marcos 13:13-19 y Lucas 6:12-16). Sería esa una de las razones por la que tuvieron aquel impacto en todo lo que hacían?
Sé que si me deleito en Tí, Tú pondrás Tus Propósitos y Resoluciones en mi corazón, de las cuales no dejaré de ejecutar ninguna porque Tu Propósito siempre se cumple (Salmos 37:4 y 138:8).
Por favor te pido que me hagas olvidar todos los planes que no provienen de Tu Corazón, los cuales al final me dejan intranquila, insatisfecha, sedienta...lo que me hace volver a "cisternas rotas que no retienen agua..." porque sólo Tú eres el agua viva que me hace "no volver a tener sed jamás...".
Con esta seguridad podré hacerlo todo para Tu Gloria porque no habrá lugar a dudas de que nada se trató de mí, sino todo de Tí. En el Nombre de Jesús te pido todas estas cosas. Amén"
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