b) pues, como Verbo de Dios que estaba desde el principio con el Padre, sabía que el pecado no entró solo al mundo, sino que trajo de la mano "a su amigo DOLOR" y así lo podemos constatar en el Decreto de Dios a la mujer, en Génesis 3:16 y al hombre, en el versículo 17; al presentarles las consecuencias de su pecado, es aquí donde por primera vez la Biblia presenta la palabra "Dolor".
Aplicación para mi vida:
Si no eres cristiana o no estás segura de serlo, en la sección del blog titulada "Diferencia entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios" encontrarás orientación al respecto.
Para meditar:
Juan 16:33 "En el mundo tendréis aflicción, pero confiad YO (Jesús) he vencido al mundo"
1. De niñas leíamos cuentos de hadas que siempre concluían con "y fueron felices para siempre"; por lo que nuestros corazones tienden a rechazar mensajes como el de Juan 16:33 o solamente enfocarse en la segunda parte del mismo. Preséntale al Señor las emociones que esa Promesa Suya provoca en tu corazón y tu mente.
2. Has pensado en cuáles son las expectativas de tu vida en esta tierra? Medita en la promesa de Juan 16:33; así como en la frase que dice "no podemos vivir en la tierra como si estuviéramos en el cielo". Pidele al Señor que te permita alinear tus expectativas con Su Verdad. Nuestra respuesta al dolor -alejarnos o acercarnos a Dios- en gran medida está relacionada con el fundamento de mis expectativas: bíblicas o "idealizadas".
3. Recordando que Dios revela en Su Palabra, que podemos llorar/entristecernos/sentir dolor siempre que lo hagamos con esperanza; y además, de que "Su Pueblo perece por falta de conocimiento"; reflexiona en Romanos 15:4 donde se nos muestran dos de los propósitos de las Escrituras: a) consolarnos; y b) darnos esperanza. Qué puedes concluir sobre cuál debe ser tu primer refugio en tiempos de dolor?