Quién es una hija prodiga?

Quien es una hija prodiga?

Aquella mujer que ha preferido hacer su propia agenda mientras se resiste a reconocer que Dios tiene un propósito más alto para su vida. Cuando todos sus planes autosuficientes e independientes han fallado, ha tenido que reconocer que sólo hay un camino para llegar a la meta anhelada.

Para una reflexión más completa puedes ver la primera entrada del mes de Junio, 2009. suhijaprodiga@gmail.com

lunes, 26 de octubre de 2009

Delicias a Su Diestra

Según anunciamos la semana pasada, en las próximas entregas estaremos meditando en las "Delicias a Su Diestra" que encontraba el salmista en la Presencia de Dios tal como expresa el Salmo 16 y que aparentemente descubrió María cuando se sentaba a los pies del Maestro.

Para iniciar esta serie de meditaciones, es recomendable detenernos previamente para revisar el significado de esta frase "Delicias a Su Diestra" que nos transmite la idea de un lugar físico, que se ubica a la diestra de alguien; en el contexto del Salmo 16 el punto de referencia es la Presencia de Dios lo que equivale a decir, que es Dios mismo.

Pasemos entonces a revisar qué significa estar a la Diestra de Dios:

De acuerdo a los comentarios consultados, cuando se hace referencia a que una persona se encuentra a la diestra de Dios se trata de alguien de confianza ya que ése es el lugar de más alto honor reservado para los fieles; aún más, es considerado tan especial que en numerosos pasajes se nos enseña que se trata precisamente del lugar que le ha sido reservado a Jesús mismo (Mateo 26:64, Mateo 14:62, Marcos 16:19; Lucas 22:69, Hechos 7:55, Romanos 8:34, Efesios 1:20, Colosenses 3:1, Hebreos 1:3, 8:1, 10:12, 12:2, 1 Pedro 3:22, entre otros)

Por lo tanto, esas delicias que se encuentran a la diestra de Dios solamente podemos disfrutarla cuando nos encontramos "en Cristo", es decir, cuando somos "nuevas criaturas" como señala 2 Corintios 5:17; es esta nueva criatura a la que se le llama "hija de Dios" según nos enseña el Evangelio de Juan en su capítulo 1 versículo 12. (Para un mejor entendimiento de este tema, puedes dirigirte a la sección del blog titulada "Diferencias entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios").

En una de las versiones de la Biblia que se encuentra en internet, la frase utilizada en lugar de "Delicias a Su Diestra" es "Felicidad eterna a Tu Derecha". Veamos algunas definiciones de la palabra "delicias" así como de otras, relacionadas con la misma; a saber:

Delicia: f. Placer intenso que algo produce en el ánimo o los sentidos
f. Placer muy intenso del ánimo.

Debido a que ambas definiciones de la palabra "delicia" indican que se trata de un placer en el ánimo, revisemos entonces el significado del término " Placer"

Placer:
m. Gusto, satisfacción, sensación agradable

Otras definiciones incluyen el gozo; así como una "sensación agradable producida por la realización de algo que gusta o complace".

Cuando algo me produce satisfacción, placer, gozo, es porque además, ese algo o alguien es valioso para mi persona; es preciado.

En la definición de "delicia" se expresa que ese placer, gozo, contentamiento y satisfacción se producen en el ánimo del individuo que lo disfruta; por lo que es pertinente refrescar el concepto de la palabra "ánimo" la cual se define como
"alma o espíritu en cuanto es principio de la actividad humana".

Ahora vamos adquiriendo una idea más acabada de lo que implica tener "Delicias a Su Diestra", la cual puede resumirse como la satisfacción, y sensación agradable en nuestro espíritu al recibir el privilegio de estar en el más alto lugar de honor y de confianza del Dios del Universo; no porque yo lo merecía sino porque "...nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús..." según Efesios 2:6 porque "...vosotros que en otro tiempo estabáis lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo..." (Efesios 2:13). Es menester tener presente que Cristo está a la Diestra de Dios, y si quienes estamos "en Cristo" nos hemos sentado (en tiempo pasado; es decir, ya es un hecho consumado) en los lugares celestiales con El, entonces, YA ESTAMOS A SU DIESTRA.

Sin embargo, siendo sinceras muchas veces ni entendemos, ni creemos, ni sabemos que ya estamos a la Diestra de Dios, ni las implicaciones que tiene para nuestras vidas; pensamos que es algo que acontecerá luego de que nuestro espíritu abandone este cuerpo mortal. Y como consecuencia de tal desconocimiento no aprendo a disfrutar en esta "primera fase" de mi vida eterna de los privilegios, de las delicias que se me han concedido al estar a la Diestra de Aquel que anhela que yo me deleite en El.

Esta condición es similar a que me entreguen el título de propiedad de mi casa y yo me siente afuera a imaginarme todo lo que quisiera hacer cuando ya sea mía... simplemente porque desconozco las leyes que regulan la propiedad inmobiliaria y no tengo idea de los derechos que me confiere ese título que han puesto en mis manos. Asi de absurdo nos ocurre a muchas que ya estamos a Su Diestra pero no hemos dedicado tiempo para conocer las leyes que rigen mi "nueva creación", mi "adopción como hija" y los derechos que me han sido conferidos y por consiguiente, no disfruto las Delicias a Su Diestra.

Aprendamos a deleitarnos, es decir, a encontrar satisfacción:

a) En Su Bondad como nos dice Nehemías 9:25: Cuando reconocemos las bondades de Dios para nuestras vidas, cultivamos la gratitud la cual a su vez sana nuestro corazón, quitando la dureza que nos impide disfrutar las delicias a Su Diestra;

b) En Su Persona: como le aconsejó uno de los amigos a Job para que aprendiera a tener una relación más intima con el Señor y que éste lo escuchara (Job 22:26-27) o como decía el "hombre conforme al corazón de Dios", en el Salmo 37:4 "Deléitate así mismo en Jehová y El te concederá las peticiones de tu corazón", pero debemos tener cuidado de no pretender engañarnos a nosotras mismas y creer que estamos burlándonos de Dios cuando supuestamente queremos "deleitarnos en El" y en el fondo, lo que nos interesa es que "El nos conceda las peticiones de nuestro corazón.

c) En Su Palabra: deleitándonos en Sus Mandamientos, en Su Ley al igual que el salmista en el Salmo 112:1, y el 119 en varios versículos (24, 77, 92, 143, 174) o el apóstol Pablo en Romanos 7:22. Hacer de ella nuestra delicia al meditarla de día y de noche según nos modela el hombre bienaventurado del Salmo 1.

Reflexión:

Santiago 4:3 "Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites"

1. Es Dios mi deleite? o pasar tiempo con El no es mas que el cumplimiento de una regla?
2. Disfruto meditar en Su Palabra? puedo decir como el salmista que hacer Su Voluntad me ha agradado?
3. Tengo un corazón agradecido por la Bondad de Dios en mi vida? o se ha endurecido por la ingratitud y constante queja?
4. Dónde corro en mi búsqueda de gozo?en qué se agrada mi alma?

lunes, 19 de octubre de 2009

Ahora... dos hermanas...

Luego del recorrido "Caminando con la hija pródiga" el cual terminamos la semana pasada, con el veredicto de que ambos hijos habían prodigado sus vidas, uno fuera de la casa del padre y el otro, tristemente dentro de la misma. Así finalizamos pidiéndole al Señor que nos dé corazones que anhelen y disfruten Su Presencia más que cualquier otra cosa en este mundo.

Hoy iniciamos una segunda etapa que hemos titulado "Delicias a Su Diestra"; en esta ocasión, estaremos meditando sobre la relación de dos hermanas con Jesús: María y Marta. La razón por la cual hemos seleccionado estos personajes es porque precisamente una de ellas parecía haber encontrado esas "delicias a Su Diestra" de las cuales nos habla el salmista en el Salmo 16:11 el cual fue uno de los pasajes con los que cerramos "Caminando con la hija pródiga".

La mayoría conocemos aquella declaración de Jesús respecto a la actitud de cada una de estas hermanas, la cual se encuentra en Lucas 10:38-42: "...Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada".

Si meditamos en el pasaje nos percataremos de que Jesús no indica que el problema eran las muchas cosas que Marta estaba haciendo, sino que al parecer El notó que ella entendía que NECESITABA esas cosas... quizás para encontrar su identidad, su valor, su propósito? Notemos que Jesús no le dice: "María no está haciendo todas estas cosas" sino que le dice "sólo una cosa es necesaria", como queriendo decirle "no necesitas nada más..." que mi presencia; nada más que mis palabras, YO SOY tu Suficiencia.

Por lo tanto, no parecería que el problema radica en las cosas que Marta hacía sino en la motivación que pudiera existir veladamente en su corazón, como sería el caso de que ella entendiera que "necesitaba" hacer todas esas cosas para encontrar satisfacción.

En las próximas semanas estaremos meditando en la actitud correcta que debemos tener al sentarnos A Sus Pies, al buscar las Delicias a Su Diestra; pues, aunque Jesús elogió esa elección de María, lo cual pudiera llevarnos a querer imitar su ejemplo, es preciso que estemos alertas ya que debido a la pecaminosidad de nuestros corazones, podemos desvirtuar el significado y propósito de la misma al creernos que al adoptar esta posición pertenecemos a una "élite espiritual" por debajo de la cual se encuentran los demás "simples mortales".

A continuación algunos pensamientos sobre la plenitud de gozo y las delicias a Su Diestra que encontramos al sentarnos A Sus Pies:

Ven, Alma mía siéntate a los pies de Jesús

Ven, Alma mía siéntate a los pies de Jesús
Recibe Su instrucción, Su mirada, Su ternura,
Sus Palabras y Su Amor

Respira de Su calma, disfruta Su perdón
envuélvete en Su cálido abrazo
ama a Tu Salvador

Escúchalo con atención
Conténtate en El
quédate en Su Regazo
Ríndete a Sus Pies

El tiempo pasa y no lo notas cuando
te sientas a Sus Pies
y todas aquellas aparentes derrotas
se convierten en victorias
si te encuentras a Sus Pies

El se hace más grande y tú, más pequeña
cuando te has sentado a Sus Pies
El nos dijo que todo cuánto necesitamos
es nuestro cuando nos encontramos a Sus Pies

Cuál fiel discípula recibe las enseñanzas
que el Buen Maestro te imparte
cuando permaneces a Sus Pies

Nada ni nadie te posee
nada ni nadie ocupa Su Trono
Cuando tú vives a Sus Pies

Mi Amado es mío
y yo soy Suya
por eso más que sentarme
mi anhelo es vivir a Sus Pies

Y que aún cuando me levante
mi corazón permanezca
en completa sumisión
siempre postrada a Sus Pies

martes, 13 de octubre de 2009

Lucas15:29-32: "...hace tantos años que te sirvo..."

En la última ocasión habíamos dejado al hijo mayor en su enojo, resistiendo la invitación con ruegos del padre a que se uniera a la celebración; simplemente su orgullo le impedía "gozarse con los que se gozan" entre los cuales se encontraba su padre; igual ocurre con nuestro orgullo que nos impide gozarnos en la Presencia de Dios pues, El "resiste al orgulloso".

El orgullo en su corazón se manifestó de inmediato frente al ruego del padre, a quien de inmediato empezó a reclamarle y a "sacarle en cara" todo cuanto había hecho por él, como si llevara cuentas; como si fuera una carga; este reclamo era una muestra de que no disfrutaba nada de lo que estaba haciendo. No se había quedado con el padre por amor, por lo tanto no había una intención sana de contribuir con la casa de su padre; ni siquiera entendía que era su responsabilidad. Todo parece indicar que lo hacía en espera de gratificación.

Cuando el padre salió a invitarlo, el hijo ni siquiera lo saluda, sino que empieza a reprocharle, a recriminarle, a recordarle "todo cuanto había hecho por él"; a todas luces, quería manipularlo, intimidarlo, acusarlo, pues le dice "...nunca me has dado ni un cabrito"; jugaba el papel de la víctima y asigna a su padre el papel de victimario; cual niño malcriado a quien le quitan su juguete de la mano. No se da cuenta de que en realidad dejaba al descubierto lo que había en su corazón: todo lo hacía en espera de una recompensa, es decir, centrado en sus propios intereses egoístas.

El orgullo es una condición del corazón que se manifiesta externamente con auto-justicia (yo he hecho o yo no hago), con egocentrismo (que nos impide aún ver nuestras faltas), con quejas, reclamos, manipulación, con hiper-sensibilidad (me ofendo con facilidad si no me salgo con mis propósitos).

Pero además, el orgulloso tiende a sobrestimarse a sí mismo y aquello que hace, por eso el hijo mayor se atrevió a declararle a su padre "no habiéndote desobecido jamás", lo cual era una exageración, una mentira. Ciertamente este individuo tenía "una viga en su ojo" que no lo dejaba ver su verdadera condición.

No satisfecho con haber acusado al padre, con haber jugado el papel de víctima; entonces arremete contra aquel que no se merecía ser motivo de celebración, es decir, el hijo pródigo, el indigno, el que se fue y lo malgastó todo. El hijo mayor se coloca en el plano del juez implacable que condena al menor. Otra manifestación externa del orgullo es la jactancia y la vanagloria. Pero ademas, al denostar al hijo pródigo frente al padre, parece haber una intención aviesa, maliciosa de querer predisponer al padre, trayendo al presente lo que el otro había hecho en el pasado, aquello que ya el padre había perdonado. En el fondo de su corazón: querría él, que esa fiesta se hiciera en su honor, por su "arduo sacrificio, labor y lealtad a través de los años?

Para qué dice el hijo mayor que quería el cabrito que su padre no le dió? para gozarse con sus amigos; en el fondo habrá querido "gozarse" como lo hizo el pródigo? Toda esta situación sacó a relucir la verdadera condición de su corazón, de sus deseos, de sus intereses, de la misma manera que el Señor llevó al pueblo de Israel al desierto "para probar lo que había en su corazón", y de la misma manera que El nos lleva hoy al desierto, para que descubramos lo que hay en el nuestro.

Si Dios nos diera la gracia de ver lo que hay en nuestros corazones, tendríamos suficiente trabajo para dedicar toda una vida pidiéndole al Señor que lo limpie, santifique y purifique, Lo amaríamos más a El, porque nos daríamos cuenta de que tiene que ser un amor muy grande el que nos tiene, para no habernos consumido mucho tiempo atrás, pero además, tendríamos menos tiempo de estar atendiendo a los asuntos ajenos, recordando que Romanos 14:12 nos dice que cada quien dará a Dios cuenta de sí; estaríamos más conscientes de la magnitud de la cuenta que debíamos rendirle a El y que sin merecerlo, El nos liberó al morir en la cruz.

La fachada externa del hijo mayor era de aparente fidelidad, dedicación, obediencia pero la real, era de resentimiento, amargura, envidia, irrespeto, no asumir su responsabilidad, de sentir pesada carga al hacer lo que le correspondía hacer. Toda esta condición se reflejaba en sus palabras despectivas y de desprecio a su hermano cuando en el versículo 30 se refiere a el, como "este hijo tuyo", es decir, ni siquiera lo llamaba mi hermano, no quería tener ningún vinculo con el. En este versículo practicamente acusa al padre de ser injusto al haber ordenado que se incurriera en gastos para recibir a aquel "que ha consumido tus bienes".

Pero observemos la bondad, el amor, la misericordia del padre cuando le responde dulcemente "todas mis cosas son tuyas" , cuando habría podido decirle " a final de cuentas, TODO ES MIO y yo hago con ello como yo quiera sin tener que darle cuentas a nadie", pero no, el corazón de amor del padre, trata de que vea que no solo el cabrito que quería para gozarse con sus amigos, lo hubiera podido tener, sino que aún más allá "todas mis cosas son tuyas". En esta respuesta se respira gracia, no hubo un solo reproche.

Pero todavía más, el padre le dice "hijo, tú siempre estás conmigo", es decir, el padre lo sentía cercano a pesar de la lejanía del hijo quien no tenía una relación con él, a pesar de que al hijo mayor no le interesaban los asuntos del padre, no se preocupaba por aquello que pudiera hacerlo sentir contento... a pesar de todo el padre lo amaba y lo sentía cercano a su corazón.

Finalmente el padre le dice en el versículo 32 que "era necesario" hacer fiesta por el regreso del pródigo, no simplemente para cumplir con una tradición, tampoco porque fuera algo forzado, impuesto ni obligatorio, sino que ante el júbilo que había en su corazón, la única consecuencia natural era celebrar. Sin recriminarlo, el padre lo vincula a su hermano menor de quien el mayor pretendía desconectarse cuando le llamó "tu hijo", pero el padre le dice "éste tu hermano", es decir, aunque tú no lo consideres así, ese es tu hermano porque tú también eres mi hijo. Los coloca en un plano de igualdad delante de El, así como Dios nos dice que El "no hace acepción de personas".

A diferencia del hijo menor pródigo que termina con un corazón arrepentido, la historia del hijo mayor (también pródigo) no nos muestra que haya reconocido la magnitud de su pecado delante del padre: su egoísmo, su orgullo, su ingratitud, su hipocresía, su juicio contra su hermano, su falta de perdón y de misericordia. Qué pena que ante tanta bondad, gracia y misericordia en cada una de las palabras del padre -sin reproche, sin recriminación- el corazón del pródigo mayor no se ablandó, permaneció en su ceguera y dureza espiritual.

Aplicación para mi vida:

Si no eres cristiana o no estás segura de serlo, dirígete a la Sección del blog (www.lahijaprodiga.blogspot.com) titulada "Diferencias entre ser una criatura de Dios y una hija de Dios".

Para meditar:

Lucas 17:10 "Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: "Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, eso hicimos"

1.Haz una lista de las actitudes malsanas que pudieras eliminar si adoptas la mentalidad de "sierva inútil, que hace lo que tiene que hacer, es decir, que cumple con su papel, con su responsabilidad". De seguro que en esa lista se encontrarán la ingratitud, la queja, el orgullo, la jactancia, la vanagloria, la comparación con los demás y la búsqueda de reconocimiento.

2. Por otro lado haz una lista de las actitudes sanas que pudieras obtener al adoptar esa mentalidad. Asegúrate de que incluya la humildad, el gozo, el sentido de responsabilidad individual, de gratitud al poder ser partícipe de una obra incomparable: La construcción del Reino de los Cielos.

3. Si el trabajo para el Señor, es decir, "lo que debes hacer" según el llamado que El tiene para tu vida (así sea en tu hogar, como esposa, como madre, en un lugar de trabajo, en el ministerio) te resulta una carga pesada, revisa tu relación con el Señor porque Jesús nos promete que si venimos a El, cargadas y atribuladas, El nos hará descansar, pues su yugo es fácil y ligera su carga (Mateo 11:9:30).

4. Recuerda que "cercano está el Señor, a todos los que le invocan de veras" (Salmo 145:18) si lo sientes lejano, creo que es la única ocasión en que pudieramos decir SE TRATA DE TI y NO DE EL, pues El se deja encontrar de aquellos que le buscan de verdad. Revisa las intenciones de tu corazón en tu caminar y servicio a El: hay orgullo, falta de amor, de perdón y de misericordia que te impiden experimentar Su Presencia? No te quedes como el hijo pródigo mayor que estando frente al padre no confesó su pecado, que habiendo estado todo el tiempo en la casa de su padre, no disfrutó su presencia; más bien adopta la actitud de arrepentimiento del hijo pródigo menor y vuelve a la Casa de Tu Padre porque mejor es un día en Su casa, que mil fuera de ella como dice el Salmo 84:10.

Al finalizar este estudio, le pido al Señor que te dé hambre de Su Presencia, que descubras la frescura de los atrios de Jehová, que entiendas que sólo en Su Presencia "hay plenitud de gozo, delicias a Su Diestra para siempre" (Salmo 16:11) y que es allí donde "El te mostrará la senda de la vida" el verdadero sentido, valor, propósito de la vida no lo encontrarás en ningún otro lado. Su Presencia, Su Persona, Su Amor es Mas que Suficiente.