Quién es una hija prodiga?

Quien es una hija prodiga?

Aquella mujer que ha preferido hacer su propia agenda mientras se resiste a reconocer que Dios tiene un propósito más alto para su vida. Cuando todos sus planes autosuficientes e independientes han fallado, ha tenido que reconocer que sólo hay un camino para llegar a la meta anhelada.

Para una reflexión más completa puedes ver la primera entrada del mes de Junio, 2009. suhijaprodiga@gmail.com

sábado, 27 de junio de 2009

Lucas 15:12 Padre, dame la parte que me corresponde

La petición del hijo pródigo reclamándole a su padre "dame lo que me corresponde" no es más que una muestra de la actitud de todo aquel que pretende vivir su vida lejos de los caminos diseñados por Su Creador: es tu actitud y es la mía.

Aún más, esa petición revela múltiples características del corazón de todo ser humano:

1. Autosuficiencia: yo sé lo que me conviene; no pido consejos; Dios no tiene nada que ver con mis decisiones; tengo un cerebro para decidir cuál es el mejor camino para mí.

2. Rebeldía: si reflexionamos bien, el hijo prácticamente le da una orden a su padre; tal como nosotros tantas veces, queremos ordenarle a Dios cómo deber ser nuestra vida, según nuestro criterio; y nos quejamos cuando El soberanamente hace como El ha determinado; caemos en autocompasión (porqué a mí? como diciéndole a El, Tú no sabes lo que haces, te estás equivocando, yo no merezco ¨esto¨

3. Impaciencia: No queremos ni sabemos esperar; los hijos tienen derecho a su herencia, cuando los padres fallecen, nunca antes; y este hijo en su insolencia pidió heredar en vida de su padre.

4. Falta de entendimiento: en ese momento no tenía ningún derecho qué reclamar; no le correspondía nada, pero su orgullo y egoísmo lo cegaron y pidió "lo que me corresponde"; si el padre le hubiera dado lo que realmente le correspondía, sabes qué hubiera recibido? NADA!!

Según el capítulo 1 del libro de Romanos no tenemos excusas para vivir de espaldas a Dios, ya que aún la creación (la naturaleza) nos cuenta que El existe y que Su Poder es Eterno; y sin embargo, no queremos que nos hablen de Dios, que nos digan que tenemos que rendirle cuentas; que debo obedecer Sus Mandatos.

Y más aún, aquellos que "hemos reconocido" que El es quien debe gobernar nuestras vidas, en nuestro diario vivir no lo reflejamos así, pues, ante las circunstancias que El permite (u ordena) vivimos resistiendo Su Voluntad, olvidando que como el hijo pródigo "no me corresponde nada" sino que todo lo que tengo es por Su Gracia (favor que no merezco).
La semana próxima continuaremos meditando sobre este versículo, en particular enfocándonos en la actitud del padre ante el reclamo del hijo.

Aplicación a mi vida:
Previamente:

Si no eres cristiana o no estás segura de serlo, puedes dirigirte a "Diferencia entre ser criatura de Dios e hija de Dios."

Meditar:

Isaias 64:8 "Ahora bien, Jehová, Tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y Tú, el alfarero. Así que obra de Tus manos, somos todos nosotros."

a) Resisto en mi corazón que Dios haga Su Obra en mi vida?
b) Acepto mi físico o estoy en rebeldía contra Dios? Pienso que una cirugía aquí o allí arreglarían el trabajo de Dios?
c) Pienso que mi vida no ha sido justa? Que Dios no me ha dado lo que "me corresponde"? pude haber escrito mejor que Dios la historia de mi vida?
d) Mis actitudes muestran que preferiría que Dios no tuviera nada que ver con mi vida para poder hacer mi voluntad? o Le presento mis decisiones, sueños, anhelos, agenda, planes en oración? Espero por su respuesta?



viernes, 19 de junio de 2009

QUIEN ES UNA HIJA PRODIGA?

En el Evangelio de Lucas 15 versículos 11 al 32 Jesús narra la famosa parábola del hijo pródigo, la cual te invito a leer para seguir adelante con esta reflexión.


Desde hace años el Señor me ha hecho identificarme con ese hijo pródigo quien quiso vivir "a su manera", lejos de la presencia de su padre; yendo por sus propios caminos, y cuando todo lo que él entendía que podía darle satisfacción se había agotado, entonces, reaccionó y volvió a "la casa de su padre", encontrando su amor, perdón y misericordia.
Soy una hija pródiga quien malgastó tiempo, energías y esfuerzos viviendo a mi manera, creyendo que iba a encontrar felicidad y propósito en todas las cosas que el mundo nos ofrece como placenteras sin que necesariamente sean "pecaminosas" pero que se convierten en ídolos que nos apartan cada vez más del propósito de nuestras vidas, el cual solamente conoce Aquel que nos la regaló.


Estas "paradas", "refugios", "cisternas rotas" tienen múltiples nombres, puede ser el anhelo de una familia que te apoye, de sacar las mejores notas y reconocimientos, tener una carrera exitosa, tener un compañero que te ame, tener hijos saludables, que sean ejemplo en todo, ser la primera en todo lo que hagas, que seas tú la aplaudida y reconocida, y... aún peor... nuestro corazón es tan engañoso como dice Jeremías 17:9 que hasta el servicio al Señor (ministerios, dones, talentos) lo convertimos en nuestra búsqueda de satisfacción.


Pero... Dios que es rico en misericordia por Su Gran Amor con que me amó, aún estando yo muerta en delitos y pecados como dice Efesios 2:4-5, abrió un camino a través de Jesucristo para que yo volviera a la Casa de mi Padre.


Sé que esta es mi historia pero también es muy probable que sea la tuya, pues, en la medida en que comparto con mujeres, sean jóvenes o sean adultas, percibo ese mismo sentir que durante años me invadió... y que aún hoy, en muchas ocasiones quiere volver a aprisionarme pero así como al hijo pródigo de la parábola, Dios lo hizo "volver en sí", El me ayuda a reflexionar y a volver a El, a SU SUFICIENCIA para todas y cada una de las necesidades más recónditas de mi alma, aún aquellas que a mis ojos están escondidas.


Sólo me queda pedirle a Dios que derrame Su Gracia en este espacio para que muchas hijas pródigas puedan volver a El, a Sus Brazos y encontrar allí la satisfacción de sus almas como dice el Salmo 63.


Dios nos bendiga, acompañe e ilumine cada rincón de nuestro ser en este caminar.

La hija pródiga